La Procuraduría de Protección al Consumidor tiene al menos 223 quejas por cobros y créditos excesivos.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las financieras que ofrecen créditos sin aval, encabezan la lista de quejas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Quintana Roo.

Hasta último corte de agosto, 223 personas denunciaron cobros excesivos en sus recibos de energía eléctrica, colocando a la CFE en el primer sitio. En tanto 189 personas más explicaron que a pesar de cumplir con los pagos puntuales de sus créditos, no han logrado disminuir los intereses, volviendo sus créditos impagables, ante las financieras.

Por su parte, las empresas proveedoras de internet reúnen 127 quejas, principalmente por fallas en el servicio y por no respetar los paquetes ofertados.

En el caso de la CFE, destaca el cobro de 6 mil 809 pesos en una vivienda en la alcaldía de Nicolás Bravo, municipio de Othón P. Blanco, en el tercer bimestre de este año. El denunciante tiene 65 años y sólo tiene dos focos, un pequeño refrigerador y una radio.

Aunque el caso se resolvió de manera satisfactoria, 176 casos continúan en proceso de conciliación, ya que de acuerdo con la CFE y la Profeco se carece de personal  para resolver todas las quejas.

En cuanto a las financieras, la oficina estatal de la Profeco detalló que por la pandemia, varios ciudadanos han tenido que recurrir a estas Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, que prometen créditos rápidos y fáciles desde 5 mil hasta 60 mil pesos.

Sin embargo, el problema surge con las letras “chiquitas”: cobran intereses que triplican la deuda, y en caso de un atraso en los pagos cobran recargos que pueden llegar a equivaler hasta el 20% del préstamo.

Aunque estos casos suelen resolverse a favor de los usuarios, el proceso puede demorar de entre uno hasta dos años, según la información de la Profeco.

El problema surge cuando estas financieras fungen como gestores ante grandes créditos, como la compra de automóviles y casas de Infonavit, ya que al ser intermediarios es difícil llegar a una conciliación.

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