Escuche mientras lee: “Ojalá”; ruego que bien aplica a los quintanarroenses que deseamos quitarnos de encima la pestilente pus del Felix-Borgeato. De la genial inspiración del Silvio, “ojalá pase algo que te borre de pronto”.

Eric Castillo Alonso, el enemigo público número uno de Cancún, ufano, nos dio muestras de hasta dónde es capaz de llegar con tal de imponer su ley, el pasado viernes.

Su ley que está ajena, lejana, contraria al estado de derecho; su ley que puede determinar quien vive o quien muere, quien puede o no; su ley que igual le vale madres si existen autoridades, policía, gobernador o presidente de la República.

Este infame pedazo de sujetoide ordenó los disturbios del Chedraui en Villas del Mar el pasado viernes; este infeliz delincuente ordenó que en especial se golpeara a mototaxistas inválidos, que se destruyera propiedad privada –los mototaxis que desde luego este imbécil no pagará o mandará a reparar-, este fulanete, naquete, delincuente, porro, sicario, dealer, quien, al parecer, actúa al amparo de la Fiscalía, la policía estatal, el gobierno del estado y hasta de la presidencia de República.

De otra forma no nos podríamos explicar cómo es que no se le ha echado el guante, cómo es que lejos de ponerlo detrás de las rejas, se le premie con la impunidad y la de su hija, quien se mantiene en el conflicto de intereses al frente de la Comisión de Movilidad de la Cámara de Diputados, aun cuando la propia Constitución lo prohíbe.

Quiero hacer una pregunta clara y contundente; ¿qué carajos les sabe este naquito de porquería que se sienten obligados a dejarlo en la impunidad?

Mire usted, en anteriores entregas hemos relatado cómo es que la otra re-naquita de Marybel Villegas ya estableció acuerdos para llevar al infeliz de Eric a la tesorería del Sindicato de taxistas a fin de garantizarse los recursos para pretender llegar a la gubernatura del estado y a la señora Erika a la presidencia municipal de Benito Juárez -¡dios nos libre!-.

Advertimos además que todo esto se llevará a cabo a través de actos de corrupción; que hoy mismo se están amenazando a quienes se oponen, ¿por qué dejarlos cumplir sus objetivos ilegales?

Los taxistas –no todos, sólo los delincuentes-, han rebasado ya a la autoridad y, desde la perspectiva de lo ocurrido el pasado viernes cuando, ni con todas las patrullas que se dieron lugar allí lograron detener a ningún porro de estos, podemos considerar que se está a punto de llegar a la ingobernabilidad en Benito Juárez.

Gobernador, ¿qué hace falta para que ordene poner en su lugar a los delincuentes que son dirigidos por el delincuente mayor de nombre Eric Castillo Alonso?; diputados -sobre todo los de oposición-, ¿qué carajos le deben a Erika Castillo que se le permiten todos los excesos en favor de su padre Eric Castillo?; señora presidenta municipal Mara Lezama, ¿qué más le debe usted al Sindicato de Taxistas además de las placas que le entregó Roberto Borge; por qué evade usted su responsabilidad?

Señor presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ¿qué mentiras despiadadas le han platicado toda esta runfla de traidores a la 4T –todos, diputados locales, las presidentas municipales -las tres-, diputados federales y senadores- que se han apoderado de Morena en Quintana Roo, que no ha sido capaz de exigir al Fiscal General de la República que investigue los delitos de estos asesinos?

Es increíble que lejos de ello, haya salido a ofrecer los apoyos que, aunque usted diga que se entregaron directamente, se hizo a nombre del sindicato.

Un infeliz pedazo de porquería nos tiene en jaque, ¿hasta dónde tenemos que llegar?; ¿será que los ciudadanos nos tengamos que procurar la paz y la justicia?

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