Los corales del Sistema Arrecifal Mesoamericano han sido atacados por el síndrome blanco.
Si una persona experta en biología, turista o local visitó el arrecife antes de julio de 2018, nunca lo volverá a ver igual. El brote del síndrome blanco marcó un antes y un después en los arrecifes situados frente a la costa de Quintana Roo, que forman parte de uno de los ecosistemas más importantes del mundo: el Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Anastazia Bananzak, de la Unidad de Sistemas Arrecifales de la UNAM en Puerto Morelos, advirtió que por lo menos 30 de las 50 especies de corales tendrán problemas para reproducirse por sí mismas, lo que a largo plazo puede agravar el deterioro o llevar a algunas a la extinción local.
El síndrome blanco, la enfermedad más letal registrada, y de la que hasta el momento se desconocen sus causas, mató a más del 90% de corales de por lo menos cuatro especies, dejando únicamente colonias aisladas en distintos puntos del arrecife, explicó la experta en criopreservación de corales.
Reforestar el arrecife es “sumamente complicado”: experta
La investigadora trabaja en la reproducción asistida de corales para, en el futuro, reforestar áreas impactadas en los arrecifes, pero refiere que es “sumamente complicado” volver a las condiciones que se encontraban antes del brote de síndrome blanco. Una de las razones principales es el financiamiento limitado.
“Va a ser muy difícil porque son muchas especies afectadas y el financiamiento muy limitado. Por ahora, estamos tratando de atender las especies más afectadas, pero donde todavía hay posibilidad de rescate, pero de que regresemos a como era el arrecife, yo honestamente no creo que podamos”, afirmó.
La pérdida de biodiversidad en este ecosistema de importancia global no sólo impedirá a las nuevas generaciones conocer la belleza de este sitio bajo el agua, incluso a quienes apenas lo conocerían este año, también es una amenaza para la producción pesquera y el turismo local.
Del arrecife depende la arena blanca de las playas del Caribe mexicano y, en consecuencia, el color azul turquesa del agua, los principales atractivos de la región, y la base de la economía.