La necesidad de una conexión intelectual puede confundir a más de uno cuando conoce a una persona demisexual.
El abanico de la sexualidad en Cancún y cualquier sociedad diversa va hoy en día un poco más allá de las cuestiones de género. La sexualidad y el erotismo se combinan con factores como la atracción emocional que contrario a lo que se podría pensar, hace más interesante el acto y juego del amor. Y es aquí donde entra al escenario la demisexualidad.
Comúnmente se cree que los demisexuales no sienten atracción sexual o sin “inmunes” al erotismo. Otras veces se les confunde con personas que practican la abstinencia o simplemente, con los asexuales.
Sin embargo la realidad es muy distinta: una persona que se identifica como demisexual antepone las relaciones afectivas e intelectuales a las sexuales: es decir, siente deseo y atracción sexual sólo con las personas con las que tiene una fuerte conexión emocional.
El término demisexual estaría, entonces, a mitad de camino entre la sexualidad y la asexualidad, lo que no significa que los demisexuales tengan una sexualidad a medias o incompleta, sino que requieren la conexión emocional para sentir plenamente el disfrute sexual.
En otras palabras, para las personas demisexuales el deseo sexual se desarrolla en el nivel secundario, que es el emocional, y no en el primario, que es el físico.
Esto implica además que para las personas demisexuales no es prioridad el género de la persona hacia la que sienten atracción. Tampoco la forma de vestir, la apariencia o el llamado “amor a primera vista”, pues antes de desarrollar afinidad hacia una persona necesita conocerla intelectual y emocionalmente.
Qué problemas enfrentan las personas demisexuales
Entre los problemas que las personas demisexuales pueden presentar al momento de desarrollar lazos afectivos, el principal es el tiempo: en nuestros días en los que prácticamente todo se realiza con la rapidez de un “me gusta” en Facebook, la necesidad de conocer, comprender y conectarse emocionalmente antes de entrar de lleno en una relación puede interpretarse como falta de interés o aburrimiento por alguien que no entienda la demisexualidad.
La situación puede devenir en malas interpretaciones tales como que el demisexual no tiene capacidad de desenvolverse en una relación sexual o erótica. Además, la reacción de los demás puede hacer creer al demisexual que es una persona insegura o en el mejor de los casos, como asexual.