Cancún.- La asociación civil animalista “CanCatLove” recibe a diario entre ocho y 15 denuncias ciudadanas por abandono o maltrato de mascotas, de las que solo pueden atender dos casos, los que perciban son más severos, por limitantes materiales o de personal.

Esmeralda Salas Vázquez, activista de este grupo, señaló que con la actual pandemia, aumentaron mucho los casos de maltrato, pero han descendido los apoyos con los que sacan adelante su trabajo, que quedan en manos de algunos cuantos voluntarios que donan su tiempo y sus propios recursos.
“Por el COVID-19 hemos visto mucho estrés, por falta de empleo, confinamiento y los niños sin escuela, lo que ha causado un aumento en el maltrato de mascotas”, explicó.
Muchas situaciones que les reportan, son por perros dejados amarrados, sin agua o sin un techo, y en esos casos prefieren acudir y dialogar con el propietario, para que se concientice. Al cabo de una semana, en una segunda visita, constatan que ya corrigieron estos problemas.

Sin embargo, también han visto quienes se mudan, a causa de la pandemia, y dejan a sus mascotas encerradas, para morir. En casos extremos, hasta les amarran el hocico, para que no puedan alimentarse.

“Allí debemos avisar a las autoridades para que intervengan, pero si no nos hacen caso… pues tenemos que intervenir, porque es una vida”, explicó la activista.
Muchos casos, de hecho, son manejados por hermetismo, confesó, porque son animales rescatados de situaciones de maltrato, en los que pueden caer en conflicto con los dueños.
En todos los casos, tratan de conseguir a una familia que pueda adoptarlos, antes de realizar el rescate, para que estén en la casa hogar solo el tiempo necesario para su tratamiento, de lo contrario no podrían operar.

Aquí destacó el trabajo de Betty Reyes, activista que “se lleva la mayor parte del trabajo pesado”, señaló.
Lamentablemente, indicó, las autoridades son omisas en ver estos problemas de abuso, pese a estar ya en el Código Penal, y no se ven campañas de sensibilización sobre el trato animal.
“En colonias populares, los perros tienen dueño pero están en la calle. Les dan de comer, pero están vulnerables a accidentes, propensos a enfermedades, se preñan y así el ciclo continúa”, afirmó.

Activistas que pretenden esterilizar perros o gatos a veces pueden toparse con “dueños” enojados porque agarren a sus mascotas, pese a que están en la calle.