A partir de este lunes los cubanos no podrán depositar dólares en efectivo en los bancos de la isla, con la entrada en vigor de una medida provoca incertidumbre y que ha revalorizado al euro dentro del país.
Las autoridades cubanas anunciaron el 10 de junio pasado esta medida argumentando que las sanciones de Estados Unidos le impiden llevar al extranjero los dólares recaudados en la isla.
El anuncio tomó por sorpresa a la mayoría de los cubanos y en los últimos 11 días muchos ciudadanos que reciben remesas en dólares desde Estados Unidos, expresaron incertidumbre sobre la moneda con la que podrán ahora cargar sus tarjetas bancarias, muy necesarias en Cuba para comprar una gran variedad de productos básicos.
El Banco Central de Cuba (BCC) dijo que la medida no afecta las transferencias electrónicas, ni los depósitos en efectivo en otras monedas extranjeras, como el euro.
¿’Euroización’?
Esta nueva política “puede llevar a la economía cubana a un proceso de ‘euroización’, en vez de dolarización de los mercados no estatales” iniciada en 2019, explicó la semana pasada al medio independiente en internet El Toque, Pavel Vidal, economista cubano de la universidad Javeriana de Cali (Colombia).
En ese año, el gobierno abrió una red de tiendas en las que los cubanos solo pueden pagar con tarjetas bancarias de moneda extranjera, lo que ya había disparado el precio de la moneda estadunidense en el mercado informal.
Todo esto, en medio de una galopante inflación.
A las dificultades se suma que el dólar se tienen que adquirir en el mercado negro en Cuba porque ni casas de cambio ni bancos lo ofrecen.
Ante la incertidumbre que viven los cubanos, El Toque tomó la iniciativa de publicar un reporte diario de la paridad de las monedas en el mercado informal, según el cual el euro (a 28.75 pesos cotización oficial) se vende este lunes a 85 pesos cubanos, 10 unidades más que antes de que fuera anunciada la medida.
En cambio, un dólar (24 pesos cotización oficial) vale 52 pesos cubanos en el mercado negro, 18 menos que hace 11 días.
Según la prensa hispana de Miami, tras el anuncio del BCC, los cubanos que viven en Estados Unidos arrasaron con los euros en bancos y casas de cambio del sur de Florida.
Las remesas son la segunda entrada de divisas a Cuba, después de los ingresos por servicios médicos.
Según cálculos de académicos ascienden a 3 mil millones de dólares al año.