El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el miércoles que decretó la declaratoria de desastre natural para atender la ola de incendios que azota al país en medio del impacto provocado por el fenómeno climático de El Niño.
Las conflagraciones se presentan en cientos de municipios e incluso llegaron a los cerros orientales de la capital del país sudamericano, Bogotá, que han requerido la atención de socorristas en terreno y de helicópteros del Ejército y la Policía.
Según un reporte del ministerio de Ambiente y la Unidad de Gestión del Riesgo, 952 municipios presentan amenazas por incendios, de los cuales 586 se encuentran en alerta roja, al tiempo que 33 municipios tienen amenazas por deslizamientos de tierra.
“Es una facultad que tiene el gobierno con la firma de todos los ministros en la que se declara la situación y lo que produce en la práctica es que se pueden mover unas partidas del presupuesto a otras partidas con la finalidad de resolver problemas que se tienen como trasladar recursos para que los helicópteros se pongan en función de apagar los incendios”, dijo Petro a periodistas.
Desde el pasado 1 de enero las autoridades han logrado apagar 204 incendios, pero actualmente se encuentran activas 25 conflagraciones.
Según el ministerio de Ambiente, se ha gastado casi la mitad del presupuesto de 2 billones de pesos (508 millones de dólares) para atender problemas derivados de El Niño, un fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Océano Pacífico. Mientras en Colombia provoca sequías y altas temperaturas, en otros países puede desencadenar intensas lluvias.
Las emergencias han sido atendidas por 3 mil 825 personas del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo.