La guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) declaró en crisis la negociación de paz con el Gobierno de Colombia, lo acusó de violar los acuerdos alcanzados y llamó a consultas a sus negociadores por el inicio de un diálogo regional por fuera del proceso.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, restableció a finales del 2022 una negociación con esa guerrilla, fundada en 1964 por sacerdotes católicos radicales, como parte de sus esfuerzos por alcanzar una paz total y acabar un conflicto de seis décadas que ha dejado más de 450 mil muertos.

En seis ciclos de conversaciones las partes acordaron un cese bilateral al fuego, la creación de un fondo de multidonantes para financiar el proceso, al tiempo que la guerrilla se comprometió a suspender los secuestros económicos.

“Habiendo pactado un proceso nacional de participación de la sociedad, ahora monta un diálogo regional en Nariño por fuera y desconociendo la delegación del ELN y la mesa donde participa la comunidad internacional oficiando como garantes, así como la ONU y también la Conferencia Episcopal Colombiana”, dijo un comunicado del ELN el martes en la noche.

“Al hacerse público tal montaje, disfrazado de diálogos regionales, el proceso entra en abierta crisis y nos vemos en la obligación de llamar a consultas a nuestra delegación. Sin ser responsabilidad lo acontecido, los diálogos entre el ELN y el Gobierno Nacional entrarían en una fase de congelamiento mientras el Gobierno se disponga a cumplir lo acordado”, agregó.

La delegación del Gobierno respondió que “ha cumplido a cabalidad todos sus compromisos, y siempre ha estado dispuesto a encontrar salidas ante las situaciones críticas y las dificultades que ha enfrentado la mesa de diálogos”.

Sin embargo, aclaró que una de las prioridades del Gobierno es desarrollar la paz en los territorios y sostuvo que “las decisiones que unilateralmente tome el ELN son su entera responsabilidad, y conducen a generar crisis innecesarias que prolongan la confrontación armada y la violencia”.

El máximo comandante del ELN, Antonio García, dijo a Reuters esta semana que esa guerrilla responderá los ataques de las Fuerzas Militares contra sus tropas pese a un cese bilateral con el Gobierno prorrogado recientemente, mientras previó que la actual fase de la negociación solo terminaría en el 2025.

El más reciente ciclo de diálogos se realizó en La Habana. La negociación cuenta con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile como países garantes. El ELN, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, tiene unos 5 mil 850 integrantes, incluidos más de 3 mil combatientes, según fuentes de seguridad.

Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos en sus filas.

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