Un cohete Starship de SpaceX, diseñado para enviar eventualmente astronautas a la Luna, estuvo a punto de completar la totalidad de un vuelo de prueba en su tercer intento estes jueves 14 de marzo al llegar más lejos a través de un modo crucero en órbita baja, pero quedó destruido en su reingreso a la atmósfera.
Durante una transmisión en vivo del vuelo de prueba, comentaristas de SpaceX dijeron que el control de la misión perdió las comunicaciones con la nave espacial durante su reingreso a la atmósfera. El cohete se acercaba a un aterrizaje planificado en el Océano Índico, aproximadamente una hora después del lanzamiento.
Unos minutos más tarde, SpaceX confirmó que la nave espacial se había perdido, presumiblemente se quemó y se desintegró durante el reingreso o se estrelló en el mar.
Aún así, la concreción de la mayor parte de la trayectoria de vuelo de prueba del Starship marcó un hito importante en el desarrollo de una nave espacial crucial para el negocio de lanzamiento de satélites de Elon Musk y el programa lunar de la NASA.
El jefe de la NASA, Bill Nelson, felicitó a SpaceX por lo que llamó “un vuelo de prueba exitoso” en un comunicado publicado en la red social X.
La nave espacial de dos etapas, que consta del crucero Starship montado sobre su imponente cohete propulsor Super Heavy, despegó desde el sitio de lanzamiento Starbase de la compañía propiedad de Elon Musk cerca de Boca Chica Village en la costa sur del Golfo de Texas.
Durante su vuelo, Starship alcanzó altitudes máximas de 234 kilómetros, dijo la compañía.
Los ingenieros de SpaceX esperaban mejorar los dos desempeños anteriores de la Starship, que terminaron en explosiones minutos después del lanzamiento.
Sin embargo, la compañía había reconocido de antemano una alta probabilidad de que su más reciente vuelo terminara de la misma manera con la destrucción de la nave antes de que se completara el perfil de misión planeado.
La cultura de ingeniería de SpaceX, considerada más tolerante al riesgo que muchos de los actores más establecidos de la industria aeroespacial, se basa en una estrategia de pruebas que lleva las naves espaciales al punto de fallar y luego afina las mejorías mediante repeticiones frecuentes.
A pesar del resultado de la prueba del jueves, todo indica que Starship aún está a una distancia considerable de estar completamente operativa.