Guadalajara, Jal. Debido a la sequía severa que ha afectado a Jalisco y la mayor parte del territorio nacional desde 2023, este año, agricultores y ganaderos del estado que es considerado “líder agroalimentario” del país, pronostican una baja en la producción y por ende, un aumento en el precio de algunos alimentos, principalmente granos y carne.
“El maíz, la tortilla por supuesto; el maíz blanco y también el maíz amarillo que se utiliza para consumo animal; y todo esto viene a afectar las cadenas productivas de proteína animal”, señaló a El Economista, el presidente del Consejo de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial de Jalisco (CDAAJ), Andrés Canales.
“Los productores que tienen siembra de temporal, no van a poder sembrar en esta ocasión (…) tendrán muy poco margen de sembrar este año. Tenemos un pronóstico bastante preocupante para este próximo ciclo”, sostuvo Canales Leaño, quien anticipó una reducción de 30% en la producción de maíz durante el próximo temporal.
Por su parte, el presidente de la Unión Ganadera Regional del Estado de Jalisco (UGREJ), Adalberto Velasco, refirió que debido a la sequía severa, los productores ganaderos de la entidad prevén una situación incluso peor que el año anterior, cuando la falta de agua provocó la muerte de 35,000 cabezas de ganado.
“Ya está haciendo falta el agua para suministro de los animales; obviamente con la situación tan complicada del año pasado, en mucho de los ranchos, de los agostaderos, no hay forraje suficiente y si el año pasado tuvimos muerte de animales, pues vamos a volver a tener las mismas pérdidas de muerte de animales por falta de agua o de forraje”, comentó Velasco Antillón.
Detalló que en el 2023, únicamente en la zona Valles y Sierra de Amula, se contabilizaron más de 12,000 cabezas de ganado que murieron por falta de agua, por lo que, “pudieron haber más de 30,000 o 35,000 cabezas que fallecieron por falta de agua, de forraje o golpes de calor”.
El dirigente ganadero advirtió que la falta de agua y la muerte de animales, no es un problema exclusivo de los productores, pues al bajar la producción, el aumento de precios será inminente.
“Puede tener obviamente una repercusión en la sociedad en general porque cuando los alimentos se escasean, tienden a ser más caros; al ganadero o al agricultor no nos pagan más caro, por el contrario, no saben que estamos desesperados y vamos hasta a malbaratar, pero al consumidor final no le bajan los productos”, expresó el presidente de la UGREJ.
Otros factores
Al respecto, el presidente del Consejo de Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial, Andrés Canales, añadió que al problema de falta de agua se suman otros factores que encarecen los costos de producción y el precio de los alimentos para el consumidor final, tales como la postura de México respecto al maíz transgénico, la falta de financiamiento por la desaparición de la banca de desarrollo para el sector rural y las reformas laborales relacionadas con los trabajadores agrícolas.