Mario Bautista tuvo un sueño random con su niño interior y una regresión que le ayudaron a entender que necesitaba ajustar si quería seguir con el sueño de ser cantante y no morir en el intento.
Porque hubo un momento en el que su proyecto lo acaparó tanto que terminó haciendo a un lado a su familia y a sí mismo, perdiendo el centro por completo.
Pero, como bien dicen: “Tiempos desesperados requieren de medidas extremas”. Así fue que Mario arrancó el problema de raíz y dio inicio a una nueva etapa en la que absolutamente nada ni nadie podía pasar encima de Mario Alberto. Sin extender más el contexto, de eso trata su nuevo sencillo Los malacostumbré.
Tenía un equipo de trabajo increíble, pero era tanta la ambición que me sentí completamente desconectado, porque sí había mucho qué hacer, aunque con poco tiempo de calidad con la familia, los amigos y todas esas prioridades que son tan importantes para estar bien como seres humanos, operando y haciendo otras cosas, porque trabajar no lo es todo.
Lo principal es tener claridad y paz mental para disfrutar de la vida y el camino, si no estás en un rush que te ahoga y es horrible, y me vi involucrado en esa dinámica. Me sentí en un lugar en donde era tanto el trabajo que me alejé de la familia, que es mi pilar, lo que me da energía y amor, así que cuando me quitaron mi fuente central dije: ‘¿Saben qué, hermanos? Les agradezco todo lo construído, pero hasta aquí’”, explicó Bautista en entrevista con Excélsior desde las oficinas de YouTube, donde recibió su placa por rebasar el millón de suscriptores.
Y aunque claramente es un tema de despecho, que en un principio parecería digno de haberse cocinado dentro de una sesión de Bizarrap, con frases como: “Siempre les di todo y no recibo nada/ahora voy yo primero aunque me den la espalda”, el intérprete asegura que es una despedida donde sí se desahoga, pero que viene desde el amor, pues, incluso, para reclamar él es un tipo bastante zen.
Todo es desde el corazón, porque, al final del día, son personas con las que he construido, trabajado y valoro mucho todo lo que hemos intercambiado desde pláticas, proyectos, visiones, ideas, momentos y sentimientos, pero en ese momento de mi vida estaba tan alejado de mi prioridad que sentí que era la manera de hacer un reajuste y dije: ‘Adiós, los amo, aquí estamos, pero el camino de la vida sigue con cada uno por su lado’.
Tuve que hacerlo así, porque también estaba enganchado a Mario Bautista, porque fue mi sueño de niño y sentí que tenía que enfocarme por completo a él. Fueron varios años en los que tuve que enfocarme en reconectar con Mario Alberto, así que dejé de sacar música y hace un año llegué a un climax para entender que Mario Bautista es sólo una de mis creaciones y puedo continuar siendo yo mismo. Pero es un proceso muy difícil y el problema es la fama, y muchos artistas caen en eso (de perderse en una figura), así que hay que aprender llevarla, entenderla y navegarla, como me tocó hacerlo cuatro años súper intensos con Mario Bautista, pero ahora aquí estamos tratando de nivelarlo”, destacó.
La canción, disponible desde mañana en plataformas de streaming, representa el debut de Mario en los corridos tumbados, un género al que, comparte, ya le traía ganas.
Lo que hizo fue fusionarlo con su estilo, por lo que el resultado es un tema bélico bastante dulce y con mucho reguetón, un nuevo ritmo al que bautizó como perreo tumbado.
Sentí que la rola tenía que ser así, porque ya desde hace tiempo le di vuelta al trip de todo lo que está pasando con México a nivel musical, algo que experimentamos primero con el rock en español, que explotó con artistas como Soda Stereo y Hombres G, pero que luego llegó a México y surgieron exponentes como Molotov y Café Tacvba, y se disparó su popularidad. Entonces, siento que estamos en medio de una etapa parecida, pero ahora con los corridos tumbados, que atrajo la lupa de todo el mundo y, por lo que veo, es un poco el mismo fenómeno que pasó con el reguetón hace 10 años”, compartió el también influencer de 28 años.
Así fue como Mario Alberto sintió ser esa persona que, con un poco de flow, pudiera innovar y llevar un paso más allá la cultura que han popularizado Peso Pluma, Junior H, Eslabón Armado, Fuerza Regida y muchos exponentes más.
Los malacostumbré representa a Mario Alberto, al real.
Me encanta el reguetón, porque soy amante de bailar, disfruto mucho el expresarme con mi cuerpo y me encanta esa música para poder bailar con mi chiquibaby, y siento que esto me lo quitó un poquito el regional, que es más desmadre y borrachera, dejando de lado los momentos íntimos. Así fue la idea de fusionar ambos mundos”, explicó.
Su nueva etapa también vendrá con un nuevo disco, aún sin fecha de lanzamiento, en el que no necesariamente se centrará en el perreo tumbado, sino en lo que le plazca, donde el único eje será hacer canciones que conecten con todo tipo de gente.
Para lograrlo, Mario tiene en mente unas colaboraciones con artistas de India y Rusia, latitudes totalmente fuera del panorama mainstream, pero que resultan sumarse a la nueva faceta, una más real y natural. Él, bautisters, es Mario Alberto.