El 76% del agua en México es destinada al sector primario. Si bien el sector agrícola es fundamental para una autonomía alimentaria del país, 14% se destina a servicios públicos; el enfoque de las políticas públicas sobre el uso del agua debe estar en este 90%, declaró Raúl Rodríguez Márquez, presidente del Consejo Consultivo del agua, durante el Foro Retos de la Minería Mexicana.
De acuerdo con los expertos mineros, 70% del agua utilizada en esta industria es residual o tratada y en todo el territorio nacional hay 100 plantas tratadoras operadas por mineras; en este contexto señalaron que se debe desestigmatizar al sector en cuanto a su uso, mientras que se debe prestar atención a la eficiencia y distribución en las distintas zonas.
Sinaloa y Sonora son las entidades que más agua utilizan en todo el país, siendo el sector agropecuario el mayor destino. “El tema del agua en el campo es fundamental, ya que es el sector que más consume, pero también el más ineficiente en los sistemas de riego, desperdiciando grandes cantidades”, señaló el experto.
En Sinaloa, la mayoría de los agricultores, especialmente los medianos y pequeños, carecen de programas de apoyo para la tecnificación del riego, “Se requiere una política pública de planeación y apoyo para estos sectores”, detalló a El Economista Rodríguez Márquez.
Para el 2024, el presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se redujo 12.6% respecto al monto asignado en el 2023, pasando de 71.7 a 62.6 millones de pesos. Esta cantidad es insuficiente para enfrentar la crisis hídrica y climática, agregó el especialista, ya que se necesita 1.1% del PIB o 160,000 millones de pesos anuales durante 10 años para infraestructura hidráulica en las 32 entidades federativas.
“Sin una asignación presupuestal adecuada y una planificación seria, no podremos mitigar la crisis hídrica”, sin embargo, añadió el presidente del consejo, este problema no ha sido una prioridad para este gobierno, aun con todas las afectaciones que puede tener en los distintos sectores y la población en general.
Raúl Rodríguez subrayó la importancia de que el gobierno federal, que cuenta con mayores recursos, apoye a los gobiernos estatales para priorizar y atender proyectos con alta rentabilidad social, “esto significa que dichos proyectos no sólo deben beneficiar a un gran número de personas, sino también ser económicamente viables”.
Como ejemplo, mencionó a Aguascalientes, donde la agricultura de sustento tiene muy poca rentabilidad y productividad, con cosechas de sólo 600-700 kilogramos de maíz o trigo por hectárea, lo cual no es competitivo, por lo que es necesario reconvertir el campo mediante una planificación global, adaptando las estrategias según las vocaciones económicas de cada estado.
Centralización de recursos
La centralización de los recursos y la falta de autonomía para los estados también complican la situación, los recursos para el agua se asignan de manera sesgada y con fines políticos, criticó el experto, lo cual resulta en una disparidad significativa, con estados como San Luis Potosí y Guanajuato recibiendo apenas 50 millones de pesos para proyectos hidráulicos.
El cambio climático y la reducción en la precipitación pluvial agravan aún más la crisis.