La historia de Carlos y Jorge Bernal, y de William y Wilber Cañas ha dado la vuelta al mundo gracias a un documental.
Las historias de hermanos separados la nacer se han vuelto tendencia en los últimos años, pues gracias a las redes sociales, varias personas han logrado reencontrarse con sus hermanas y hermanos perdidos, de quienes fueron separados al nacer.
Ahora, en Colombia surge una nueva y polémica historia que ha sido registrada a través del documental “Hermanos por Accidente” de la productora Netflix, donde conocemos la historia de dos pares de gemelos (Carlos y Jorge Bernal y William y Wilber Cañas) quienes fueron separados hace 25 años, justo después de nacer.
Fue en el ya lejano 1988, en las instalaciones de la Clínica Materno Infantil de Bogotá, Colombia, cuando un recién nacido fue intercambiado por uno de los gemelos que acababan ser concebidos ese mismo día; un error que cambiaría drásticamente la vida de dos familias.
La caída de una de las pulseras de identificación fue la causa de que ambos pares de gemelos vivieran con la persona equivocada durante 25 años. Ahora, gracias a un investigación por parte de los cuatro gemelos y a la ayuda del periodista Juan Guillermo Mercado y su equipo, iniciaron esta travesía en el 2019, y ahora es todo un éxito en Netflix.
“Un día yo iba pasando, y Laura (una compañera del trabajo) me dijo como: ‘¿Estás aquí preparado para ver a tu doble?'”, expresó Jorge Bernal cuando se enteró de la existencia de William, un hombre demasiado similar a él, y fue tanto su asombro que se aventuró a conocerlo más.
Después de que Jorge y sus amistades se dieran un clavado en las redes sociales de William Cañas (su hermano biológico) se enteraron que también tenía un hermano “gemelo”, el único pero es que no se parecían nada entre sí, pero a quién sí se parecía era al hermano de Jorge, Carlos Bernal.
Gracias a la ayuda de su compañera de trabajo Jorge logró contactar a William Cañas, quienes en el 2014 acordaron de reunirse en una plaza local para conocerse, pero no fueron solos, pues cada quien llevó a su “gemelo” y fue así que los hermanos pudieron conocer realmente quién era su par.
Para disipar toda duda sobre si era mera coincidencia el gran parecido físico entre ellos, decidieron acudir a una clínica para someterse a una prueba de ADN. Los resultados entonces se dieron: Jorge y William son hermanos y Carlos y Wilber los son también, reencontrándose después de un cuarto de siglo.
Lamentablemente los padres de Jorge y William ya habían fallecido, por lo que no pudieron aportar datos e información del error que sucedió en 1988, sin embargo, Carlos logró presentar a Wilber a sus padres reales, conociéndolos por primera vez después de 25 años, y también fueron partícipes de la investigación que le ha dado la vuelta a Netflix.
“Es el tipo de experimento con el que los científicos sueñan pero no podrían hacer de manera ética […]”, comentó una especialista consultada para el documental y agregó que ellos ya no son dos pares de gemelos, sino “cuatrillizos”, y así lo sostienen ellos, quienes a pesar de haberse reunido después de dos décadas, la amistad y gran cariño que existe entre todos es una fraternidad única.