En medio de la agitación social el barco iraní Forest cargado con unos 300.000 barriles de combustible, llegó al país suramericano.
Caracas.- El primero de tres barcos iraníes cargado de combustible arribó a una Venezuela que a pesar de tener unas de las mayores reservas petroleras del mundo está hambrienta de hidrocarburos, lo que ha atizado el malestar social y las protestas en la mayoría de los estados del país.
Aunque las manifestaciones espontáneas -que superaron el centenar en la última semana- no son muy numerosas, el efecto contagio ha generado alarma entre las autoridades, que han enviado decenas de militares y policías a esas localidades para tratar de detener la onda expansiva, indicaron activistas y pobladores a The Associated Press.
Algunos medios anunciaron la víspera la llegada a la refinería de El Palito, en el estado central de Carabobo, del barco iraní Forest cargado con unos 300.000 barriles de combustible. Las informaciones están basadas en reportes de empresas de monitoreo de embarcaciones que aseguran que vienen en camino los tanqueros Fortune y Faxon, que traen otros 500.000 barriles.
Las autoridades no han hecho declaraciones sobre los nuevos envíos de combustible de Irán, estrecho aliado del gobierno de Nicolás Maduro.
En relación a los cargamentos, el opositor Iván Freites, secretario del Frente Unitario de Trabajadores Petroleros de Venezuela, afirmó que estos envíos no solventarán los problemas de escasez, que se agudizaron desde el mes pasado obligando al cierre de numerosas gasolineras y generando kilométricas filas de vehículos en los alrededores de los pocos expendios que se mantienen operativos.
El consumo interno de Venezuela es de alrededor de 100.000 barriles diarios por lo que los nuevos cargamentos iraníes no cubren la demanda total, precisó Freites.
Sistema refinador paralizado en Venezuela
El dirigente sindical sostuvo que la escasez persistirá debido a que la mayor parte del sistema refinador está paralizado por fallas en las instalaciones y en los servicios de agua y luz y falta de inversiones y mantenimiento en los equipos. Agregó que la única refinería que está operando es la de Cardón, en el estado occidental de Falcón, que produce 20.000 barriles diarios.
El gobierno sostiene que la falta de gasolina es consecuencia de las sanciones impuestas por Estados Unidos a la administración de Maduro para presionar su salida del poder.
A Venezuela arribaron a mediados de año cinco tanqueros iraníes que transportaron 1,5 millones barriles de combustible y aditivos que ayudaron a solventar parte de la escasez que enfrentaba la nación sudamericana desde marzo.
La llegada del petrolero iraní no generó mayor emoción en el pequeño municipio agrícola de Urachiche, en el estado centro occidental de Yaracuy, que fue escenario la semana pasada, y por cinco días consecutivos, de protestas callejeras que desataron otras manifestaciones en diferentes puntos del país.
“Eso no fue oposición ni nada, eso fue pueblo que salió a la calle por la falta de servicios”, afirmó un humilde comerciante de Urachiche que habló con AP en condición de anonimato por temor a represalias de las autoridades al referirse a las protestas en esa localidad, de unos 3.000 habitantes y ubicada a unos 600 kilómetros al oeste de Caracas.
El poblador indicó que las manifestaciones cesaron el fin de semana luego de que nos “metieron en el pueblo todos los militares”, pero agregó que el malestar sigue latente porque “nos han quitado el poder adquisitivo y no tenemos ni gas y estamos cocinando con leña”.