El Instituto Nacional Electoral (INE) sorprende al aprobar un “bono electoral” para sus consejeros, una medida sin precedentes que genera controversias presupuestarias y cuestionamientos sobre la transparencia en la gestión de recursos públicos.

Este estímulo, avalado por la Junta General Ejecutiva el 17 de enero, asciende a 525 mil pesos, divididos en dos partes, y marca un cambio significativo en las políticas de remuneración del INE.

La omisión de esta cifra en el presupuesto para 2024 podría ser sujeta a investigaciones y genera inquietudes sobre el manejo de fondos.*

Ambas partes del “bono electoral” serán entregadas en enero y junio respectivamente, y su inclusión para consejeros del INE marca un cambio en las prácticas de remuneración del instituto.

La falta de transparencia en la inclusión de este estímulo en el presupuesto podría enfrentar desafíos legales y generar interrogantes sobre la equidad salarial en el organismo electoral.

La situación destaca la necesidad de una revisión más exhaustiva de las políticas presupuestarias y la importancia de la transparencia en la gestión de recursos públicos.

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