Han pasado 219 años de la Segunda Guerra Mundial y los avances nucleares han sido devastadores para la Tierra. Una sociedad ha entrado en guerra por los recursos y, al mismo tiempo, trata de sobrevivir a un nuevo ataque atómico en bóvedas construidas para su salvación, siendo Lucy MacLean (Ella Purnell) una habitante del búnker 33, en Los Ángeles, una de las pocas personas que dejan atrás su coraza para adentrarse a la salvaje atmósfera de su devastada ciudad y rescatar a su padre Hank (Kyle MacLachlan).
Esto es Fallout, el videojuego de la desarrolladora Interplay Entertainment, que estrena hoy en Prime Video su adaptación en formato serie live-action con ocho episodios de la mano del cineasta Jonathan Nolan, hermano del ganador al Oscar por Oppenheimer. Y si algo tienen en común con sus últimos proyectos, es el poder y los colaterales de un peligroso invento como el armamento nuclear.
Lo que me atrajo de Fallout fue mi experiencia jugando el título, que es verdaderamente adictivo y destructivo, completo y brillante, así que después de dedicarle 40 horas de juego a Fallout 3 (2008) sentí que Todd Howard (productor del juego) me debía algo.
Son juegos impresionantes con un tono único y sensación, grandiosos, espectaculares, divertidos, extraños, sangrientos y oscuros, como si hicieras una comida y le pusieras cada sabor de la mejor manera. Cada hora de juego superaba mis expectativas, así que me senté con Todd a comer y hace cinco años decidimos que esto sería un show”, dijo en una entrevista proporcionada por el servicio de streaming.
Fallout nace de las ganas de ironizar respecto a la paranoia que invadió a gobierno y sociedad estadunidense de la posguerra, en especial en las décadas de 1950 y 60, cuando se creía que el armamento nuclear obligaría al hombre a construir refugios subterráneos, abastecerlos con alimentos enlatados, garrafones de agua y armas de defensa personal.
De hecho, todas esas exageradas teorías impactaron la cultura pop de esos tiempos, pues varias historias de superhéroes de Marvel y DC dedicaron sus páginas a imaginar una sociedad retrofuturista en constante lucha por sobrevivir a un enemigo.
Y, por supuesto, también desencadenó filmes posapocalípticos como la saga Mad Max, de George Miller y Byron Kennedy, en donde la humanidad trató de subsistir en un futuro distópico arrasado por el ecocidio y la guerra por los combustibles.
Hay algo raro que creo que atrae al público: cuentan una historia única en una atmósfera en particular. En ese sentido, la serie comparte universo con los juegos, experimentas la mitología con nuevos personajes, este caso, tipos que han estado atrapados durante 200 años y que saben poco del mundo exterior, así que cuando salen es algo diferente a lo que esperaban”, explicó Nolan, de 47 años.
Más sarcasmo que sci-fi
Uno de los grandes distintivos de Fallout es su humor negro. Al igual que los videojuegos, Nolan tradujo chistes sarcásticos a la superficie de la bóveda 33, porque es una total locura confiar la vida a una corporación privada dedicada a garantizar tu seguridad… (aunque eso implique convertir a los personajes en atunes en lata).
Después de trabajar como escritor en todas las películas de Christopher Nolan, Fallout es lo más cercano a la comedia en su filmografía en la pantalla grande y la televisión (Person of Interest,
Westworld y The Peripheral), así que el reto era no meterse a situaciones realmente densas y complejas.
Una de mis tareas al trabajar con mi hermano era lograr ligereza en un material oscuro. Y diría que Fallout es seria, pero es casi tonta en algunas partes, satírica, políticamente incisiva y divertida. Nos hemos divertido mucho con actores referentes de la comedia (Johnny Pemberton y Matt Berry, entre otros invitados) y escritores.
A nivel dirección tuvimos la responsabilidad de preservar uno de los rasgos distintivos, que es el mundo abierto. En el juego eres libre de explorar y a nivel dirección puedes perder esa dimensión y tomar buenas decisiones. Fue una responsabilidad emocionante de tomar todo lo que he aprendido con los años con mi hermano y en Westworld y aplicarla de forma maximalista”, agregó.
La mayoría de la serie se filmó en Estados Unidos, pero para darle más realismo se fueron a la Costa de los esqueletos en Namibia y los desiertos salados de Utah para poder recrear lo mejor posible todo lo que hay al interior de Wasteland.
Para el diseño de Lucy MacLean, la protagonista, Jonathan se inspiró en los primeros 40 minutos de Fallout 4, una introducción en la que el jugador pasa casi una hora diseñando su personaje para la aventura, así que necesitó a una actriz que permitiera revivir esa experiencia personal.
Y Ella, a quien ya había visto en Yellowjackets, cuenta con una característica de inocencia, pero al mismo tiempo puede transformarse en una persona letal. Es alguien que puede capturar algo de oscuridad y luz para llevarte fuera del refugio hacia el caos de los Yermos con un sentido de dignidad y moralidad que ayuda a superar toda la situación”, concluyó.