Durante el año pasado, 17 de los 32 gobiernos subnacionales redujeron su nivel de endeudamiento, con Tabasco como líder al registrar la disminución más pronunciada, de 46.7%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La baja de la deuda en Tabasco se dio por una mayor liquidez del estado derivada de una rápida recuperación de la pandemia, un aumento de las participaciones federales y el alza en los ingresos propios, por lo que la entidad pasó de un endeudamiento de 6,301 millones de pesos en el 2022 a 3,356 millones al cierre de 2023, explicó Kristobal Melendez, analista de finanzas públicas.

La entidad también es sede de Dos Bocas, uno de los proyectos emblemas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en la que la Federación ha invertido 20,000 millones de dólares. El impacto de la refinería en la economía estatal, principalmente en la industria de la construcción, aumentó los ingresos de Tabasco.

“Si el gobierno federal invierte en Tabasco, los requerimientos de inversión pública estatal son menores. Por ende, de manera indirecta, los mayores ingresos no necesitan ser destinados a inversión pública, lo que permite considerar la opción de reducir la deuda pública estatal”, detalló el experto.

Entre los estados que también decrecieron sus obligaciones financieras se encuentran Baja California Sur con 17.9%, seguido de Hidalgo (10.3%), Quintana Roo (7.6%) y Puebla (5.1 por ciento). A nivel nacional, la deuda total de las entidades federativas tuvo un aumento de 2.6% a tasa anual.

Los indicadores de deuda se habían mantenido bajos en la mayoría de estados del país a partir de la expedición de la Ley de Disciplina Financiera en el 2016.

Al cuarto trimestre del año pasado, 30 entidades tienen una evaluación de endeudamiento Sostenible en el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que mide y clasifica el nivel de endeudamiento en: Sostenible, en Observación y Elevado.

La deuda de Coahuila es la única entidad en Observación; a pesar de haber bajado sus obligaciones financieras en 3.2% el año pasado, es el sexto estado con la mayor deuda pública.

En tanto, Tlaxcala es el único estado de la República mexicana que se mantuvo sin contratar deuda. Querétaro salió de esa categoría en el 2023 al adquirir un nuevo endeudamiento por 1,537 millones de pesos.

El caso de Sinaloa
A pesar de este buen comportamiento en la deuda estatal gracias a la Ley de Disciplina Financiera, señala Meléndez, “algunas administraciones pueden verse tentadas a endeudarse, debido a la alta disponibilidad de créditos para estados con bajo endeudamiento”. Tal es el caso de Sinaloa, cuya deuda creció 80.7 por ciento.

El endeudamiento es aprovechado por los estados para hacer obras nuevas públicas, acota el analista. Sinaloa tiene proyectadas importantes obras a nivel municipal, lo cual explica su endeudamiento.

En el 2023 en el estado hubo 680 obras públicas distribuidas en todo el territorio, con una inversión en infraestructura superior a los 3, 840 millones de pesos.

Los 3,527 millones de pesos en deuda contratada por Sinaloa durante el año pasado, respecto al 2022, superan a los montos de Estado de México (3,417 millones), Nuevo León (3,193 millones), Veracruz (3,174 millones), y Ciudad de México (2,669 millones); estas cuatro entidades, por el tamaño de su economía, prevalecen entre los más endeudados.

Destaca que Guerrero, que en octubre pasado sufrió el embate del huracán Otis, se posicionó como la segunda entidad con mayor crecimiento de deuda, con un aumento de 28.9%, seguido de Sonora (9.9%), Veracruz (7.2%) y Jalisco (6.2 por ciento).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *