La relocalización de cadenas productivas a territorios con ventajas geográficas y alianzas con mercados fuertes, denominado nearshoring, no ha tenido el impacto esperado en las entidades del país.
La incertidumbre por los próximos cambios en el gobierno federal y en nueve administraciones subnacionales pone en jaque los beneficios de este fenómeno que surgió ante un escenario adverso provocado por las disrupciones en las cadenas de suministro globales, los conflictos geopolíticos y la inestabilidad económica mundial.
A lo anterior se suman factores como la inseguridad y la falta de infraestructura en algunos estados como la energética y de servicios básicos; otro problema es que en la frontera norte de México la disponibilidad de espacios industriales.
Desde una perspectiva de nuevos capitales, se observa una tendencia de desaceleración, manifestándose que sólo algunos estados mexicanos se han visto beneficiados.
De acuerdo información de la Secretaría de Economía, los nuevos capitales de la Inversión Extranjera Directa (IED) ascendieron a 599 millones de dólares durante el primer trimestre del 2024, que además de significar una caída anual de 63.0%, fue el menor nivel, para un mismo periodo de comparación, desde al menos el 2006, año que comienza la base de datos.
Esta cifra de las nuevas inversiones expresa para los mercados que se está desaprovechando la oportunidad del nearshoring en territorio nacional. Por entidad federativa, las disparidades son más notorias.
Chihuahua se ubicó en primer lugar con 250.7 millones de dólares de nuevas inversiones; en segunda posición quedó Baja California Sur (161.3 millones), aunque en este caso se debe más al boom de la construcción que detonó el turismo.
El podio lo completó Yucatán con 67.9 millones de dólares, mientras el cuarto escalón fue para Quintana Roo (48.6 millones); estas entidades, más Baja California Sur, son de vocación turística.
En quinto lugar se estacionó Jalisco (21.6 millones de dólares), uno de los estados mejor preparados para la relocalización con su política pública Tech Hub Act, aunque aún no se refleja en la llegada de nuevos capitales.
Dichos datos exponen que solamente cinco entidades concentraron más de 90% de las nuevas inversiones en México, y que de éstas, únicamente el capital que se instaló en Chihuahua y Jalisco responde al nearshoring.
Focos rojos
Sin embargo, la noticia que más preocupa es que de las 32 entidades federativas del país, diez estados no registraron entrada de nuevos capitales de IED en los primeros tres meses del año en curso, demostrando el nulo interés por estos territorios.
Las entidades referidas fueron Aguascalientes, Chiapas, Coahuila, Durango, Hidalgo, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas.
También preocupa que siete estados captaron menos de 2 millones de dólares de nuevos capitales extranjeros: Querétaro, Tamaulipas, Sinaloa, Campeche, Guerrero, Nuevo León y Estado de México.
Pero lo más alarmante es que Veracruz, Tabasco, Colima y Ciudad de México presentaron salida de capital foráneo en el primer trimestre del 2024, inyectando incertidumbre en los mercados.
En general, a México le ha faltado una mejor promoción en el exterior, particularmente del sur-sureste; ofrecer certidumbre en la política interna del país; incentivos fiscales y no fiscales para las nuevas inversiones; mayor infraestructura en energía eléctrica, agua y conectividad y mejores servicios; buscar y apoyar a estados con disponibilidad de suelo industrial y de vivienda, y bajar los niveles de inseguridad pública.