Luego del impacto del huracán, que la mañana de este viernes 5 de julio tocó tierra en costas de Quintana Roo, los fuertes vientos causaron destrozos en la Isla.
El huracán Beryl, que había sido monitoreado de cerca por las autoridades meteorológicas, finalmente llegó a las costas de Quintana Roo, golpeando con fuerza la isla de Cozumel. Desde las primeras horas de la mañana, los habitantes comenzaron a sentir los efectos del fenómeno natural, que trajo consigo vientos de hasta 150 km/h y lluvias torrenciales.
Los daños materiales son considerables. Numerosas viviendas y comercios han sufrido destrozos, con techos arrancados, ventanas rotas y estructuras debilitadas. Las calles están llenas de escombros, árboles caídos y postes de luz derribados, lo que ha provocado cortes de electricidad en diversas zonas de la isla.
Las autoridades locales y estatales han activado los protocolos de emergencia para atender a la población afectada. Equipos de rescate y socorro han sido desplegados para auxiliar a quienes han quedado atrapados en sus viviendas o necesitan asistencia médica. Asimismo, se han habilitado albergues temporales para aquellos que han perdido sus hogares.
Se recomienda a la población mantenerse en sus casas y evitar salir a la calle mientras persistan las condiciones adversas. Las autoridades han hecho un llamado a mantenerse informados a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones de protección civil.
Diversas organizaciones y grupos de voluntarios han comenzado a organizar campañas de ayuda para recolectar víveres, ropa y medicamentos que serán distribuidos entre los damnificados. La solidaridad y el apoyo mutuo son esenciales en estos momentos de crisis.
Una vez pasado el huracán, las labores de limpieza y reconstrucción serán prioritarias. Se espera que, con el apoyo de todos, Cozumel pueda recuperarse y volver a la normalidad lo antes posible.