Estados Unidos.- Las agencias de inteligencia de EE.UU acusaron este martes a Rusia e Irán de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.

Además, revelaron que Cuba, Venezuela y la milicia chií libanesa Hizbulá también trataron de influir en el proceso, aunque su efecto fue más limitado.

En un informe de 15 páginas, todos los servicios de inteligencia de EEUU, incluida la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), concluyen que el presidente ruso, Vladímir Putin. Interfirió a favor del expresidente Donald Trump, quien perdió frente al candidato demócrata y actual mandatario, Joe Biden.

Por su parte, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, al que el documento menciona por su nombre, intentó perjudicar a Trump.

En concreto, las agencias de inteligencia afirman que Putin autorizó una amplia gama de operaciones para minar la confianza pública en el proceso electoral. Y exacerbar las divisiones en EEUU con el fin de ayudar a Trump y dañar tanto a Biden como al Partido Demócrata.

Informe asegura que Putin influyó en las elecciones de 2016

En otro informe similar publicado hace cuatro años, las agencias de inteligencia de EEUU aseguraron que Putin influyó en las elecciones de noviembre de 2016. Porque sentía una clara preferencia por Trump, quien resultó elegido frente a la demócrata Hillary Clinton.

Esta vez, sin embargo, Putin no ordenó ciberataques y su principal herramienta fue el uso de grupos vinculados a Rusia para crear una serie de narrativas, incluidas alegaciones falsas o no corroboradas sobre Biden.

En el caso de Irán, el informe destaca que hubo una campaña de influencia encubierta por múltiples frentes. Por parte de la República Islámica para socavar el apoyo a Trump.

Señala, además, que Jameneí autorizó una campaña de las fuerzas armadas iraníes y sus servicios de inteligencia que incluía cibertataques.

China no influyó en las elecciones

Asimismo, el documento concluye que el Gobierno chino no desplegó esfuerzos de interferencia. Porque creía que el riesgo de interferir y ser descubierto era mayor que cualquier beneficio.

“China buscó estabilidad en su relación con Estados Unidos y consideró que ninguno de los resultados de las elecciones iban a ser lo suficiente ventajosos. Para China como para arriesgarse a sufrir un retroceso si lo atrapaban”, reza el texto.

Durante la campaña electoral, sin aportar pruebas, Trump repitió que China estaba intentando favorecer a Biden porque él había desplegado una dura política comercial con el gigante asiático.

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