Con la vida no se juega y por eso, es de pena ajena que los partidos políticos tomen como bandera para ganar adeptos el debate del uso de los cubrebocas, pues está más que comprobado que reducen las posibilidades de contagio ante el COVID-19 por el hecho, simplemente lógico, de que quién esté infectado (asintomático o no) con la mascarilla puesta evita transmitir a los demás el coronavirus vía sus secreciones salivales.

Lo que nos trae otro frente de batalla, que es el desecho y recolección de las mascarillas dado que se ha incrementado su uso, así como de guantes de látex y otros accesorios que pueden convertirse en residuos peligrosos biológico-infecciosos.

De eso nos alertó Araceli Ramírez, representante de la iniciativa internacional en el caribe de la organización Ocean Conservancy. Esto podría ocasionar serios problemas al ambiente y al ecosistema marino si no se extreman cuidados en su desecho, dijo.

Argumentó que todos los equipos de bioseguridad utilizados para mitigar los contagios del virus SARS-CoV-2 están hechos de materiales que tardan cientos de años en desintegrarse, por lo que el mal uso podría tener un costo alto para el planeta.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) hizo también un llamado a realizar una disposición adecuada de estos residuos para evitar que inunden las calles y los océanos. En este sentido, toman especial relevancia las medidas preventivas para una reapertura gradual, responsable y con la participación conjunta de los tres ordenes de gobierno más la sociedad civil, así como los principales agentes económicos, como es el caso de Cancún.

Por ello, el Ayuntamiento de Benito Juárez a través de la Dirección de Asuntos Religiosos, llevó a cabo una conferencia con ministros de culto de las diferentes asociaciones religiosas en el municipio a fin de que se logre la participación conjunta para disminuir los casos de COVID-19.

En la reunión que se realizó mediante una plataforma de videoconferencia se expresó la importancia de la participación conjunta de los ciudadanos para salvar vidas durante esta pandemia, mitigar su impacto, transitar a los siguientes colores del semáforo epidemiológico estatal e impulsar la reactivación económica en el municipio.

Como ejemplo de los retos a vencer en esta materia, está el pronóstico de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) de que los arrendamientos de los locales comerciales en Cancún tendrán una baja de entre 15 y 20% como impacto del COVID-19, ya que muchos cambiarán de domicilio o cerrarán sus puertas.

En el municipio de Benito Juárez los precios oscilan entre cuatro mil y 104 mil pesos, de acuerdo con la plataforma Lamudi. Por ello, James Tobin Cunningham, coordinador en Quintana Roo del Consejo Nacional de Directores de la AMPI, estimó que esta situación será temporal; sin embargo, sí ve una baja de precios en puerta, sobre todo en los negocios que no están dentro de plazas comerciales grandes, y que pertenecen a los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras).

Otro elemento que no ayuda al flujo de efectivo tan necesario en estos momentos para esta región del país es el recorte de recursos federales presupuestados para Quintana Roo que sumó en junio 544.4 millones de pesos, pues sólo ese mes dejaron de llegar 340.7 millones, la cifra más alta de todo el semestre, según el Centro de Estudios para las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, en estos momentos de austeridad, el manejo de las finanzas públicas permitió al Ayuntamiento de Benito Juárez realizar el segundo pago correspondiente al período 2019- 2020 de todos los grados académicos del programa “Calidad Educativa e Impulso al Desarrollo Humano”, en beneficio de 4 mil 417 alumnos, compromiso que se efectuará cumpliendo los protocolos de prevención de contagios por COVID-19.

Por ello, resalta el mensaje de Cristina Alcayaga, presidenta del Consejo Consultivo de Nafin en Quintana Roo, para adaptarnos a la nueva realidad. Lo primero que apuntó es que debemos realizar una evaluación realista de la situación e identificar mejores prácticas operativas respecto a la continuidad de los negocios.

En todo momento, aseveró, debe prevalecer la objetividad, así como reconocer las dificultades actuales incorporando un análisis de oportunidades, planes y acciones factibles.

Pero no todo son malas noticias en el paraíso, pues Quintana Roo tiene en puerta cuando menos cinco mega proyectos de generación eléctrica a partir de fuentes de energías renovables, como el sol y el viento, dio a conocer Efraín Villanueva, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del estado (SEMA).

Al momento ya hay empresas con avances importantes para instalarse en la entidad. Los campos de generación eléctrica a partir de la energía eólica o solar se tienen previstos para instalarse en los municipios de Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas, Cozumel y Solidaridad, además de un proyecto ya avanzado en el municipio de Bacalar, que espera la aprobación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para comenzar su instalación.

Otra buena noticia es que no habrá plaga de insectos langosta en la selva quintanarroense, como cíclicamente había venido ocurriendo año con año, toda vez que el presidente del Comité de Sanidad Vegetal de Quintana Roo (Cesaveqroo), Evaristo Gómez Díaz, descartó la posibilidad de que esta plaga de langosta que azota regiones de Centroamérica, África y Asia, llegue a territorio quintanarroense y mucho menos al país.

Declaró que “Debido a que en redes sociales han circulado videos y noticias en las que se alerta sobre la posible llegada a México de la langosta del desierto y de la sudamericana, especies que en los últimos meses han devastado cultivos en diversos países, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) aclaró que no existen posibilidades de que esto suceda”.

Por otra parte, el gobierno de Quintana Roo informó que en esta temporada de huracanes 2020 y ante la contingencia sanitaria del COVID-19, se readecúan los refugios y albergues para proteger a la gente y salvar vidas. Actualmente hay 946 refugios, con capacidad para más de 93 mil100 personas, para la población en general. Estos están habilitados en los 11 municipios, la mayoría en Felipe Carrillo Puerto con 394, y en Othón P. Blanco, con 130.

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