Este 14 de agosto quedará marcado en la historia del Barcelona como el día que recibió la peor goleada de su historia en la Champions League. El Bayern Munich, el equipo que mejor juega desde que se reanudó la actividad futbolística tras el parón por la pandemia, evidenció -aún más- todas las carencias que mostró el cuadro blaugrana a lo largo de la temporada y confirmó su etiqueta como gran favorito para levantar su sexta ‘Orejona’.

Los teutones se dieron un festín, o mejor dicho, un banquete de goles frente al cuadro catalán que está muy lejos de aquellas viejas glorias en Europa.

Apenas al 3′, el cuadro alemán puso las condiciones en las que se iba a llevar el encuentro. Thomas Müller, quien se convirtió en el jugador alemán con más partidos en Champions League (113), festejó esta marca con su primer gol de la noche.

Nadie le había avisado a los blaugranas que el partido ya había comenzado, pero tres minutos después se encontraron con un autogol de David Alaba, que fue muchísima recompensa para el equipo.

Parecía que el Barcelona podría reaccionar, pero no fue así. El sufrimiento blaugrana apenas iba a comenzar. Un desastre total en todas sus líneas con un Lionel Messi desaparecido, algo que ya se está haciendo costumbre en estas instancias y el Bayern no perdonó.

Al 21′, Ivan Perisic consiguió el 2-1 con un disparo cruzado, después de entrar completamente solo por su banda izquierda. Seis minutos después, Müller apareció de nuevo para marcar su segundo gol del encuentro y al 30′, los teutones se combinaron en ataque una vez más ante la poca capacidad de reacción de la defensa culé, y Serge Gnabry puso el 4-1.

Para el segundo tiempo, el Bayern Munich bajó la intensidad y el Barcelona se encontró con su segundo gol del partido al 57′, pero los alemanes apagaron rápidamente cualquier esperanza de una remontada blaugrana.

Al 62′ Alphonso Davies demostró por qué a sus 19 años está llamado a ser el mejor lateral izquierdo del mundo. El seleccionado canadiense tomó el balón por su banda, desbordó hasta línea de fondo dejando atrás a Nelson Semedo y simplemente retrasó para que Joshua Kimmich pusiera el 5-2.

Cuando parecía que lo bávaros estaban conformes con el marcador, se dieron cuenta de que esto podía ser histórico y por fin se hizo presente en el marcador alguien que se había llevado los reflectores en la previa: Robert Lewandowski. El polaco marcó el sexto del partido y para hacer aún más grande la humillación, Philippe Coutinho entró de cambio y marcó un doblete, cumpliendo así la ley del ex y firmando la peor noche en la historia del Barcelona en competencias europeas.

Ahora, el Bayern Munich esperará al ganador del Manchester City y el Olympique de Lyon, partido que se jugará mañana, pero este día se reafirmaron como los máximos favoritos para ganar esta Champions, mientras que el Barcelona tendría que aceptar una reestructuración completa con la salida de varios integrantes del club, desde la parte directiva hasta los jugadores.

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